El pelo
desprolijo y una barba de unos días
Siempre en
su cabeza una teoría ha de inventar.
Es una
tormenta de ideas muy confusas
Entre
bocanadas siempre busca algo ideal
Busca a su
ceguera una cura, es su guerra
Aunque
nunca fue un sordo, un mudo tal vez, quizás.
Nada en su
pecera cada noche, cada era
Caminando
lento se refugia en su zaguán.
Recuerda
con ternura aquellos días de enero
Y baila
con bravura levantando su clamor
Recoge su
sombrero y va de nuevo pa’ delante
Agarrando
viaje por las curvas del sol.
Es de buena
madera aunque parece mojada
Prende
fuego lento, paciencia ha de tener.
Sabe tomar
vuelo en circunstancias muy precisas
Y nunca
aterriza si su sueño es de verdad.
No echa
raíces para no atarse a nada
Pero tiene
ganas de regresar a un lugar
Sabe bien
tranquilo limpiarse la consciencia
Y sabe que
en esencia no sabe olvidar.
mpa